Entrampados

Se que he hablado largo y tendido de los mamones, pero hay veces que nos enfrentamos a casos en que las relación entre las madres y sus hijos en tan "disfuncional" mirada desde fuera (porque para ellos es bastante funcional, por algo mantienen ese patrón de relación) que potencia el desarrollo de un trastorno en estos hijos. El otro día con unas compañeritas de trabajo hicimos un ingreso de un chiquillo de 17 años aproximadamente, creo yo que con un trastorno de personalidad en desarrollo. El punto es que la madre comentaba que lo había llevado como a cuatro psicólogos, (el pobre desde chico andaba de loquero en loquero) bueno todos le habían hablado de un trastorno vincular en el fondo, explicando que el apego entre ambos era poco sano, pero obviamente el énfasis ella no lo puso en esos comentarios, sino que en el de una psicóloga que le había dicho que su hijo tenía el "Complejo de Edipo Rey", como repitió sin cansancio durante miles de veces en la sesión. Ella explicaba que la psicóloga trataba de hacer entender a su hijo que ella era su madre y no su polola y cada vez que decía esto su rostro se llenaba de una expresión de orgullo, como diciendo :" es que mi hijo está enamorado de mi".

Luego repetía que el problema era que su hijo la quería demasiado y que durmió con ella hasta grande y que aún lo hacía de vez en cuando. Ahí el pobre niño, ya no tan niño, la interrumpe diciendo: " yo duermo contigo cuando no está mi papá, porque a ti te da miedo dormir sola". Claro que todas estas intervenciones clarificadoras del pobre cabro, que como que vislumbraba que las cosas no andaban bien, ella las ignoraba descaradamente y seguía hablando.

A medida que avanzábamos en la sesión, que por lo demás fue muy agotadora, la viejita de mierda ( porque era medo mayorcita para la edad del niño) a ratos como que acusaba a su hijo con nosotras y lo criticaba y a ratos contaba con una especie de orgullo y sentimiento de halago cuan dependiente era este niño-hombre de su madre. Además claro está que la señora, que a esas alturas ya nos tenía más que calientes, porque no se puede decir de otra forma, ya que había que pararla a cada rato, no dejaba que su hijo hablara ya que trataba en todo momento de responder por él a cada pregunta que nosotras le hacíamos.

Se que este post puede resultar poco entretenido, pero vean que esta forma de relación entre madre e hijo es bastante común, así que mis queridos ojo para quienes ya son padres y también para aquellos que pretenden serlo algún día. Todos declaran la mejor de las intenciones en la forma de criar a sus hijos, pero a veces las propias necesidades o falencias llevan a establecer relaciones poco sanas, dañinas y poco felices. Se que se puede pensar que estamos hablando de madres que no sueltan a sus hijos, los amarran a sus faldas y luego se quejan de su falta de independencia, pero aquí también hay padres que no aparecen en la historia y nbo precisamente porque se trate de madres solteras. Ahí piensen ustedes.

Un abrazo para todos.

Leonor